1784: Santa Cruz padece su peor incendio

Plano de Santa Cruz de Tenerife. Siglo XVIII


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Debido a la antigua construcción de madera de las casas,fueron muchos los incendios que se sucedieron a lo largo de la historia de la ciudad,  el más importante, por devastador, fue el ocurrido el 28 de septiembre de 1784.

El fuego había comenzado en la planta baja de un edificio de la entonces calle Sol (hoy Dr. Allart). En el lugar del siniestro se vendían tea y otros efectos muy combustibles.

El incendio fue avisado por la campana del castillo de San Cristóbal y las de la Concepción.

Una vez que sonaron los avisos, el comandante general Marqués de Branciforte,que había llegado a la isla pocos meses antes, se presentó en el lugar del siniestro. Así como otros jefes, ingenieros y oficiales.

El fuego se propagó por las plantas superiores del edificio, llegando a inmuebles vecinos. En un abrir y cerrar de ojos el fuego estaba descontrolado y eran muchas las casas que ardían entre las llamas.

En vista de la dirección que tomaba el siniestro, pudiendo llegar a la Aduana y al Castillo de San Cristóbal, el General tomó la precaución de mandar a quitar la estacada exterior de pino resinoso que rodeaba el castillo y extraer la pólvora; así como trasladar, a un lugar más seguro, la documentación y los caudales de la Aduana y la Administración de tabacos.

Durante toda la noche se intentó apagar el incendio pero viendo que no conseguían acabar con él,el comandante general ordenó derribar, a cañonazos, algunas casas para intentar aislar el fuego. Una medida que no resultó muy eficiente.

Santa Cruz contaba con pocos efectivos para paliar el incendio, así que sobre las ocho de la mañana del día 29 centenares de personas procedentes de La Laguna, Tegueste, Tejina y Tacoronte acudieron a Santa Cruz a prestar su ayuda en la extinción del fuego.Gracias a su solidaridad, el fuego se fue extinguiendo a lo largo de la mañana del día 29.

Los dos días siguientes aún se seguían apagando focos inflamados y rescoldos que aparecían por doquier.

En el siniestro se perdieron más de 50 casas, entre las que el fuego consumió y las que quedaron arruinadas con objeto de aislar el incendio.

El General dictó algunas medidas para quienes se habían quedado sin domicilio.

El médico-poeta D. Carlos Yánez de Barrios compuso un poema al Incendio de Santa Cruz, que se publicó a finales del siglo XVIII.


FUENTES:
Dugour, José Desiré: Apuntes para la historia de Santa Cruz de Tenerife.
Martínez, Marcos: La imprenta de la Real Sociedad.
Museo Militar de Almeida





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