Alameda Duque de Santa Elena

Alameda a finales del siglo XIX


A finales del siglo XVIII, Santa Cruz ya había crecido considerablemente y su población iba aproximándose a la de Las Palmas y La Laguna. Sin embargo, carecía de casi todo; incluso, de un lugar donde poder pasear.

En 1787 se construyó, por iniciativa del general Miguel de la Grúa,  un espacio arbolado donde poder reunirse, pasear o charlar. Lo llamaron la Alameda de la Marina, o del Muelle. Las familias más pudientes de Santa Cruz costearon su creación.

La Alameda fue obra del ingeniero militar Andrés Amat deTortosa.

En la Alameda se reunía la alta sociedad santacrucera, allí charlaban y daban agradables paseos, pero también fue punto de inicio de noviazgos y, sobre todo, amistades. Los vecinos de Santa Cruz disfrutaban de los conciertos musicales que habitualmente tenían lugar y también de la sombra de sus árboles, los primeros que dieron sombra en la ciudad de Santa Cruz.

Alameda y guaguas, años 20.

La Alameda constaba con diferentes obras artísticas como la Fuente de los Delfines (fuente de mármol destrozada por unos vándalos en el año 2003), tres puertas con verja de hierro y los arcos y estatuas de mármol blanco.

A partir de los años 20, a la Alameda de la Marina le sucedieron diversos nombres: Alameda Duque de Santa Elena, Alameda 14 abril (durante la II República), Alameda del Muelle (recupero su antiguo nombre tras la guerra civil) y finalmente y de nuevo, Alameda Duque de Santa Elena.


Su nombre es en recuerdo de Alberto de Borbón y Castellví, capitán general de Canarias, primo de Alfonso XIII y marqués  de Santa Elena.


Fuentes:
Tous Meliá, Juan: Santa Cruz de Tenerife a través de la cartografía.
Berthelot, Sabino; Primera estancia en Teneerife.
Arencibia, Juan: Conozca Santa Cruz.
Fotografías FEDAC.

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